Tarifa plana de cotización: Informe de impacto económico.
Como se conoce, el Gobierno ha puesto en marcha a través del RDL 3/2014 la llamada “tarifa plana de cotización” que en esencia es una reducción aplicada a las cotizaciones sociales empresariales por contingencias comunes, para todas aquellas empresas que formalicen contratos de trabajo indefinidos entre el 24 de febrero y 31 de diciembre de 2014 cuando cumplan una serie de condiciones.
Desde CCOO se ha
criticado la medida por diferentes motivos:
- · Se trata de una medida unilateral del gobierno, que no ha sido ni anunciada ni discutida previamente en el marco de los ámbitos de diálogo social.
- · La medida está articulada sobre una reducción de cotizaciones, lo que supone una merma de ingresos en el sistema de seguridad social. Ello choca con la situación de déficit que presenta en el momento actual el sistema. Con independencia del impacto económico que finalmente tenga (lo que dependerá de la utilización de la figura), nuestra crítica es de base conceptual ya que las medidas de fomento del empleo no deberían financiarse con cargo a una merma en ingresos del sistema de seguridad social. En todo caso deberían realizarse con bonificaciones y no con reducciones.
- · La medida resulta contradictoria con otras puestas en marcha por el gobierno en sentido contrario, con el argumento de la necesidad de aumentar ingresos, como es el caso de la modificación del art. 109 LGSS que afecta a los conceptos retributivos tomados en cuenta en la determinación de la base de cotización. En cualquier caso CCOO tampoco comparte esta última y ha reclamado la necesidad de abordar un debate serio en torno a la adopción de medidas que garanticen realmente un aumento relevante de ingresos del sistema de seguridad social.
- · La medida de la tarifa plana de cotización probablemente resultará una medida ineficaz para el fomento del empleo (lo que a su vez contribuirá a reducir su impacto económico). Históricamente se ha venido demostrando que las medidas de bonificación de la contratación no tienen suelen tener un efecto positivo en el aumento del empleo.
- · Los requisitos establecidos para acceder a esta medida no fomentan el empleo de calidad.
Adjunto informe
elaborado por el Gabinete Económico Confederal que cuantifica su impacto sobre
los ingresos del sistema de Seguridad Social y que, de acuerdo con la
proyección prevista, se sitúan en el entorno de los 2.750 millones de euros en
los próximos tres años.
Valoración del “peso muerto” de la tarifa plana del Gobierno para el
fomento de la contratación indefinida
08/04/2014
Luis Zarapuz Puertas
Gabinete Económico de CCOO
El Gobierno ha aprobado recientemente el
Real Decreto‐ley 3/2014, de 28 de febrero, de medidas urgentes para el fomento
del empleo y de la contratación indefinida. Se trata del tercer paquete de
bonificaciones a la contratación que presenta en apenas dos años, evidencia de
la poca eficacia en la generación de empleo de los anteriores paquetes de
bonificaciones. En esta ocasión se plantea para las contrataciones indefinidas
una tarifa plana en el coste de las cotizaciones sociales por contingencias comunes
que debe abonar el empresario: 100 euros en las contrataciones a tiempo completo
y 75 ó 50 euros en las contrataciones a tiempo parcial según el número de horas
de la jornada laboral. Esta nueva subvención a la contratación se une al
abanico de bonificaciones ya ensayado por el actual Gobierno (y por los
anteriores) que incluye subvenciones a la contratación de amplio espectro
(indefinida y temporal, a tiempo completo o a tiempo parcial).
El mecanismo de bonificar la contratación
es bastante cuestionado por su discutible eficacia de cara a incrementar el
nivel y calidad de la contratación laboral y la permanencia de dichos contratos
una vez finalizado el periodo marcado para percibir la subvención.
El impacto en la contratación de los
diferentes incentivos es bastante escaso, según se desprende de las
estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE): en 2013 se habrían
producido 50.000 bonificaciones de contratos indefinidos (iniciales más conversiones)
de un total de 1,1 millones de contratos indefinidos firmados.
Además en esta ocasión el Gobierno ha
minimizado los requisitos para acceder a la bonificación, lo que provocará que
se subvencionen contrataciones indefinidas que igualmente se hubieran realizado
sin la bonificación así como relaciones laborales temporales que ahora se
“vestirán” con un contrato indefinido bonificado más barato y que nada
garantiza que se mantengan una vez finalizado el periodo mínimo vinculado a la
subvención. La subvención en este último caso puede financiar la indemnización
del contrato temporal disfrazado de indefinido.
El objeto de este análisis es calcular el
peso muerto (el despilfarro de recursos públicos) ligado a la tarifa plana de
cotizaciones sociales y cuestionarse un uso alternativo mejor de estos fondos
de cara a mejorar las opciones de empleo de la población y la generación de
riqueza. Es decir, se subvenciona decisiones de contratación que igualmente se
hubieran producido y se fomentan comportamientos estratégicos de las empresas
en materia de contratación que nada tienen que ver con el apoyo a un proceso de
contratación estable verdadero.
Cuantificación numérica del peso muerto de la tarifa plana
Se recurre a la Encuesta de Población
Activa (EPA) para estimar la cifra de nuevos contratos indefinidos que se
firmarán y durarán un mínimo de 36 meses con independencia de la existencia de
la tarifa plana. En la EPA se ha analizado la evolución de los asalariados
indefinidos que alcanzaban una antigüedad entre 36 y 48 meses para estimar el
dato anual mínimo de contratos indefinidos que perduran al menos los 36 meses
que exige la medida. Se han descontado los contratos de los sectores no adscritos
al Régimen General de la Seguridad Social (agrario, pesca, minería, empleo
doméstico)
excluidos de la aplicación de la tarifa plana y se ha prorrateado el dato anual
por 10 meses (la tarifa plana se aplica a los contratos firmados del 25 de
febrero al 31 de diciembre de 2014). Esta estimación arroja un total de 406.463 contratos indefinidos (333.429 a tiempo completo y 73.034 a tiempo parcial) que en 2013 habían
perdurado entre 36 y 48 meses sin necesidad de la tarifa plana (ver tabla 1).
Ese es el volumen de contratos indefinidos que potencialmente se bonificará y
que no hubiera sido necesario hacerlo ya que las empresas los hubieran suscrito
igualmente.
Tabla 1
Contratación indefinida
estimada susceptible de acogerse a la tarifa plana
|
|||
Asalariados
indefinidos entre 36 y 48 meses de antigüedad, excluidos sector agropecuario,
pesquero, minería y empleo doméstico
|
|||
completa
|
parcial
|
total
|
|
media enero‐diciembre 2013
|
400.115
|
87.641
|
487.756
|
jornada completa
|
jornada parcial
|
total
|
|
Prorrateo de 10 meses:
marzo-diciembre
|
333.429
|
73.034
|
406.463
|
Además, la tarifa plana permite que un
número importante de relaciones laborales de carácter temporal cuya duración
prevista supere los 36 meses sea más rentable para el empresario formalizarlas
mediante un contrato indefinido, incluso si despide al trabajador transcurridos
los 36 meses, lo que no garantiza la permanencia del trabajador más allá de la
vigencia de la subvención. Según la EPA, y tras realizar los mismos ajustes que
en el caso de los indefinidos, podrían beneficiarse de la tarifa plana 123.156 contratos temporales (90.705 a tiempo completo y 32.451 a tiempo parcial). (Ver tabla 2)
Tabla 2
contratación temporal estimada
susceptible de acogerse a la tarifa plana
|
|||
Asalariados indefinidos entre 36 y 48 meses de antigüedad, excluidos
sector agropecuario, pesquero, minería y empleo doméstico
|
|||
completa
|
parcial
|
total
|
|
media 2013
|
108.846
|
38.941
|
147.787
|
jornada completa
|
jornada parcial
|
total
|
|
Prorrateo de 10 meses: marzo-diciembr
|
90.705
|
32.451
|
123.156
|
Cuantificación económica del peso muerto de la tarifa plana
A partir de los datos de la Muestra
Continua de Vidas Laborales (MCVL) se ha obtenido el salario medio de las
nuevas altas de cotización correspondientes a 2012 (último año disponible). El
salario medio de las nuevas altas es inferior al salario medio del conjunto de
los trabajadores que incluye trabajadores con bastante antigüedad y largas
carreras profesionales cuyos salarios son por tanto superiores al salario medio
de entrada de las nuevas contrataciones.
A partir de los datos de la Encuesta de
Estructura Salarial de 2010 (EES) se ha
calculado el nivel respecto al salario
medio según el tipo de contrato (indefinido, temporal) y del tipo de jornada
(completa, parcial) y se ha aplicado esta misma estructura al dato del salario
medio de las nuevas altas obtenido de la MCVL (ver tabla 3). Así se han estimado
las bases de cotización de las nuevas altas y sus cotizaciones por contingencias
comunes, se ha calculado la diferencia con la tarifa plana de cotización (50,
75 ó 100 euros) para estimar la subvención aplicada a cada tipo de contrato y jornada
y con ello el coste potencial del peso muerto de la tarifa plana.
Los empresarios se ahorrarán con la
tarifa plana en cotizaciones sociales durante dos años una media de 2.940 euros anuales por
cada nuevo asalariado indefinido a tiempo completo y 954 euros al año por
cada nuevo indefinido a tiempo parcial, más una bonificación del 50% de las
cotizaciones por contingencias comunes durante un tercer año para aquellas empresas
de menos de diez trabajadores que mantengan el empleo.
En el caso de las relaciones laborales
temporales que ahora se podrían “vestir” con un contrato indefinido más barato,
la aplicación de la tarifa plana supondría un ahorro anual medio de 2.073 euros en un
contrato a tiempo completo y de 679
euros en un contrato a
tiempo parcial, más la bonificación del 50% de las contingencias comunes un
tercer año para las empresas de menos de 10 trabajadores acogidas a la tarifa
plana que mantengan el empleo. (Ver tabla 3)
Tabla 3
Salario anual bruto nuevas altas en Seguridad Social
|
||||||||
datos en euros
|
Salario anual bruto
|
Cotizaciones sociales
|
TARIFA PLANA
|
Bonificación
|
||||
TOTAL
|
INDEFINIDO
|
TEMPORAL
|
INDEFINIDO 23,6%
|
TEMPORAL 24,8%
|
INDEFINIDO
|
TEMPORAL
|
||
TOTAL
|
14.684
|
15.827
|
10.756
|
|||||
Tiempo completo
|
16.716
|
17.542
|
13.196
|
4.140
|
3.273
|
1.200
|
2.940
|
2.073
|
Tiempo parcial
|
6.687
|
7.220
|
5.761
|
1.704
|
1.429
|
750
|
654
|
679
|
datos estimados a partir del salario
diario medio de las nuevas altas obtenido de la MCVL 2012
|
Al combinar el número de contratos que podrán acogerse a la tarifa plana y que se hubieran realizado sin ella y el coste de la bonificación (según contrato y jornada) se obtiene el coste económico total del peso muerto de la medida: es decir el coste de bonificar algo que igualmente se hubiera realizado sin subvención. Este cálculo arroja una cifra de 1.260 millones anuales el primer y el segundo año, a lo que hay que añadir la bonificación durante el tercer año del 50% de las cotizaciones por contingencias comunes para las empresas de menos de 10 trabajadores que mantengan el empleo indefinido generado con la tarifa plana.
Según los datos de la Encuesta de
Coyuntura Laboral de 2012 las empresas de 1 a 10 trabajadores concentraban el
25% del empleo indefinido a
tiempo completo, el 38% del empleo indefinido a
tiempo parcial, el 22% del empleo temporal a tiempo completo y el 30% del
empleo temporal a tiempo parcial. Suponiendo que estos porcentajes no varían
para los asalariados que alcanzan una antigüedad superior a 36meses, el peso
muerto asociado a la bonificación del 50% de la cuota empresarial por contingencias
comunes sería de 238 millones de euros. (Ver tabla 4)
Tabla 4
Conclusión
El despilfarro de recursos públicos
ligado a la tarifa plana de cotizaciones sociales
alcanza un total de 2.758 millones de euros durante los tres años de la medida. El
peso muerto de la tarifa plana durante sus tres años de vigencia
coincide con la
previsión del Gobierno de recaudación adicional derivada de la
nueva cotización de
las retribuciones en especie introducida el 20 de diciembre de
2013 y que se estima
en 900 millones anuales (2.700 en tres años).
El problema no es solo restar estas
bonificaciones a los debilitados ingresos de la Seguridad Social, que deberán
ser cubiertos mediante impuestos o mediante un recorte mayor del gasto y las
políticas públicas. Estos recursos se debían haber focalizado en políticas
activas de empleo dirigidas a aquellos colectivos que realmente lo necesitan,
que presentan serias dificultades de inserción laboral y combinan una baja
cualificación profesional con una situación de desempleo de larga duración. Otra
alternativa mucho más eficaz y justa habría sido destinar esos recursos a
promover la inserción laboral de los 670.000 desempleados que viven en los
687.000 hogares que carecen de ingresos laborales (ni salario, ni pensión, ni
prestación, ni subsidio)
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